Se diseña para un concurso cerrado un hotel para 143 habitaciones en una de las principales calles de Alicante. El proyecto arranca con la premisa de realizar una fachada que dialogue con el emblemático edificio de la Diputación de Alicante, a la vez que no desentone con los edificios colindantes. Se optó por una doble fachada, generando una envolvente de lamas que otorga privacidad a las habitaciones y movimiento a la fachada. En cubierta se diseña un sky-bar con vistas al castillo y la ciudad.